Al momento de una empresa adquirir un bien o servicio por parte de un suplidor tiene que evaluar con detenimiento las diferentes formas de pago válidas. Claro está, esto dependerá en gran medida de la situación económica del adquiriente, siendo las formas de pago más comunes al contado y a plazo.
Desde Impulsa Popular queremos detallarte cada una, para que a partir de los conocimientos adquiridos, tengas la potestad de saber elegir el acuerdo correcto, en relación a los términos de pago que más le conviene a tu PYME.
En el caso de que decidas pagar al contado, debes entregarle dinero líquido al proveedor, quien debe firmar un recibo de pago como acuse de recibo que acredite que recibió una suma de tu PYME.
Otra forma de pago al contado es a través de un ingreso en efectivo en la cuenta corriente del proveedor. En esta, por lo general, el contable de la empresa se dirige a un banco y realiza un depósito.
También están las transferencias bancarias donde no hay que moverse de la oficina, ya que se pueden hacer desde un computador.
El cheque es otra forma de pago al contado, donde se coloca el monto estipulado a favor del proveedor. Además, en este grupo también se pueden contar las tarjetas de débito y crédito y las cartas de crédito (muy utilizadas en operaciones de comercio exterior).
Por otro lado, están las formas de pago a plazo. En esta los suplidores le facilitan los pagos a las PYME, que pueden ser de tres tipos: a plazos, cuotas o abonos. Suelen ejecutarse para pagar bienes de alto costo o proyectos que involucran la generación de entregables en diferentes etapas.
En nuestro país la modalidad de acuerdo de pago más común es el pago vía cheque bancario a 30 días, luego de emitida la factura comercial, sin embargo, esto varía dependiendo de la relación y acuerdo al que se arribe con los proveedores.
