Cuando los gastos de una empresa son “una bola de nieve”

Cuando los gastos de una empresa son “una bola de nieve”

Nuestras madres (quienes dicen mucho de nuestras experiencias y nos protegen del «mundo exterior» pero a veces no solemos escuchar) dicen: «No dejes que te dominen las cosas que posees». Si bien es probable que haya un argumento psicológico enterrado en alguna parte, hay algunas implicaciones tácticas de esta frase. Cuando compras algo, también estás atrapado en el aspecto de proteger, mantener y apoyar ese producto o servicio que has adquirido. Tú te conviertes en su protector. Y cuidar de las cosas, por supuesto, cuesta mucho dinero. Si compras un auto nuevo, tienes que conseguir un seguro para el mismo… y lavarlo varias veces al mes. Tus ropas nuevas necesitan, de vez en cuando, el arreglo de  un sastre. Tu acondicionador de aire necesita mantenimiento. Un perro necesita ver a un veterinario. Un gasto engendra otro. A ese fenómeno se le llama «gastos de bola de nieve». El costo real de un objeto es a menudo mucho mayor que el precio inicial que uno cree. Esto es un aspecto importante a entender antes de que el dueño de una empresa abra su chequera o quiera emitir una transferencia para comprar algo para la compañía. Por ejemplo: mientras que obtener un nuevo televisor para la sala de conferencias parece equilibrar en su chequera, también debe tener en cuenta el coste de la instalación, los altavoces complementarios, cargos mensuales por cable y mantenimiento. El costo total de la propiedad no podría encajar en el presupuesto de arranque de una creciente empresa. Este concepto se aplica en casi todas partes de cualquier PYME. Esto se aplica incluso a las personas. Si  contratas a un nuevo empleado, su salario no es el coste real para la empresa. También debes tener en cuenta los impuestos, beneficios, espacio de oficina y equipo, para nombrar unos pocos elementos. El truco para la gestión de los gastos arranca en los primeros momentos de la creación de tu empresa . Se trata de mirar siempre a tu alrededor. Antes de iniciar un proceso nuevo que amerite una compra, mira y piensa si realmente, lo que  tienes dentro, te funciona. O cuando vas de compras en un supermercado: elije bien y compara lo que tienes a tu alrededor, antes de tomar una decisión certera.