La integración es un elemento esencial para cualquier equipo de trabajo pues de ella depende en gran medida la productividad de los empleados y el sentido de pertenencia para con la empresa.
Sin embargo, siendo esto tan importante es un elemento que no siempre está presente. Un buen líder debe comprender plenamente las etapas a través de las cuáles se desarrolla un grupo, de esta forma podrá alentar y mejorar los procesos.
Si estás al frente de un equipo de trabajo, lo primero que debes hacer es despertar en cada uno de tus empleados el sentido de inclusión, es decir, que se sientan parte del equipo, miembros importantes del grupo de trabajo.
En segundo lugar, es clave desarrollar en ellos el proceso de afirmación. El cual ayudará a que cada empleado asuma su rol dentro de la empresa y lo lleve a cabo con responsabilidad.
La cooperación es el tercer nivel a considerar y tal vez el más importante de la integración porque a partir de ella el empleado aportará dinamismo y creatividad en lo que hace.
Otra forma de fomentar la integración es trabajar todos bajo un objetivo común, donde todos estén alineados bajo los mismos paradigmas y misión de la empresa.
Para esto es muy importante comunicar de modo preciso, honesto y frecuente sobre los objetivos y situación de la empresa en el corto, mediano y largo plazo.
También es recomendable enseñarles bajo qué lineamientos, comportamientos o acciones guiarán su desempeño, para que así trabajen todos bajo una misma directriz.
