El employer branding es un concepto que define a la empresa como un lugar idóneo para trabajar, y que además se esfuerza por mantener a sus colaboradores talento.
Las empresas actualmente, no solo compiten por ser las mejores vendedoras, sino también por ser las mejores empleadoras. A la hora de aplicar a diferentes ofertas de empleo, los individuos buscan gran cantidad de información sobre la empresa, porque ya no solo el salario a percibir es el gran determinante. Influyen otros parámetros tales como el entorno de la empresa, la filosofía de trabajo y diferentes estrategias de Recursos Humanos, que convierten a una empresa en idílica para trabajar en ella que involucran: flexibilidad horaria, formación interna, posibilidad de promoción interna, etc.
En definitiva, el employer branding está estrechamente relacionado con que una empresa sea calificada como un excelente lugar para trabajar a los ojos de los empleados, clientes, inversores y posibles talentos.
El proceso de esta estrategia crea un reconocimiento especial a la empresa como empleador de valor. Su máximo objetivo es construir una reputación de buen empleador tanto para los empleados actuales como para los futuros.
La competencia para atraer y retener a los mejores perfiles más prometedores del mercado va en aumento. El mundo cuenta cada vez más con una amplia masa de personal con baja o nula calificación y una escasez de perfiles altamente calificados o con potencial.
Esto lleva a muchas empresas a delinear estrategias de largo plazo, para ser reconocidos en el tiempo. Focalizados en este punto y a sabiendas que la alta rotación de personal, la conflictividad interna, el escaso compromiso por parte de los empleados impacta en los accionistas, la productividad y en las ganancias algunas empresas deciden desarrollar una marca de buen empleador o employer branding.
La idea es asociar su marca y atributos de identidad corporativa con las características que buscan empleados y candidatos a un puesto de una organización: desarrollo, crecimiento personal, éxito, fuerza, buen ambiente laboral, buena reputación social, entre otras.
En este caso, para el buen empleador, las políticas de recursos humanos cumplen un rol vital, así como el desarrollo de la cultura organizacional.
