En un momento marcado por el bloqueo del crédito y la excesiva dependencia de PYMES, emprendedores y start-ups en la financiación bancaria, surgen diferentes modelos alternativos de financiación que pueden ser interesantes para tu negocio, como la financiación colectiva o crowdfunding.
Se trata de un modelo de financiación en masa o de micro mecenazgo en el que diferentes personas interesadas en que un proyecto salga adelante se convierten en inversores o mecenas del mismo. Es decir, dejan de ser un agente pasivo para convertirse en un agente activo del mismo mediante aportaciones de capital u otros recursos.
Como contraprestación, estos mecenas son recompensados de diferentes formas: recompensas, participaciones, intereses sobre el préstamo, etc., en función del tipo de financiación colectiva en la que participen.
Beneficios
Control total sobre el proyecto por parte del receptor de la financiación.
Durante el proceso de promoción para la financiación, se puede llegar a conseguir clientes potenciales de cara al momento al que se lance.
Se puede poner a prueba tanto el potencial del producto o servicio como las futuras campañas y acciones de marketing a desarrollar.
Permite la obtención de los primeros compradores y clientes, que son los inversores. Éstos pueden llegar a ser muy fieles al proyecto ya que, si han decidido financiarlo, es porque está interesado en ese producto o servicio.
Al tratarse de un sistema de micro mecenazgo, la deuda generada en caso de que vaya mal, no suele ser elevada y, dependiendo del tipo elegido, se crean obligaciones respecto a los inversores.
El costo de la financiación suele ser muy inferior al de otras fórmulas tradicionales. Además, este costo es flexible si se trata de un sistema de recompensas.
