No es sorpresa para un emprendedor que al poner en marcha su plan de negocio necesita hacer una inversión inicial considerable con capital que muchas veces proviene de los ahorros personales, a través de un préstamo bancario o de préstamos realizados por amigos o familiares cercanos.
Sin embargo, es muy común que en los primeros meses de la puesta en marcha del proyecto se necesite dinero proveniente de las finanzas personales del mismo empresario, por lo menos hasta que se cubra por completo los gastos de la empresa.
Por tal razón, antes de invertir debes desde el principio organizarte y saber si podrás cumplir con todos tus gastos personales y a la vez cubrir los gastos de tu PYME. Ahora bien, una vez que la empresa se financie por sí sola, debes aprender a dividir tus finanzas personales con las de tu empresa.
Lo primero que te recomendamos es que elabores un presupuesto personal o familiar y un presupuesto para tu PYME como unidades de negocio totalmente independientes una de otras.
Segundo. Debes determinar para ti un sueldo razonable acorde al tamaño de tu empresa. No quieras abusar de tu propia empresa porque eres el dueño, muchas veces los nuevos empresarios al principio ni cobran y dejan el dinero en la misma empresa para ir resolviendo cosas.
Es recomendable que analices dónde puedes mejorar y cómo puedes ahorrar en cada caso.Además, es indispensable que estudies con qué medidas puedes incrementar los ingresos de la empresa y minimizar tus gastos personales. Es importante que evites al máximo utilizar tu tarjeta de crédito personal para financiar gastos de la empresa.
Utilizar la tarjeta de crédito personal para resolver las necesidades de capital de la empresa es una práctica que no sólo dificulta el crecimiento de la empresa, sino que pone en riesgo la salud de la economía familiar ya que las tasas de interés de las tarjetas personales son más altas que las corporativas.
Finalmente, te sugerimos que elabores registros contables, fiscales y operativos dentro de tu empresa, para que de esta manera incrementes la confianza ante los demás y puedas monitorear con claridad los flujos de capital de la empresa.
