Por innovación se entienden aquellas transformaciones dadas en productos, servicios, procesos, herramientas, etc., que partiendo de lo que le antecede propone una novedad, una mejora a lo ya existente. La innovación se da de manera continua a lo largo del tiempo y responde a la necesidad de dar respuesta a requerimientos, facilitar actividades, plantear formas más eficientes de hacer las cosas. En el mundo empresarial, innovar implica crear, modificar productos y servicios, formas de presentación e incluso métodos de comercialización. En todos los casos, innovar se trata de una característica necesaria que fomenta la creación de valor y utilidad para la población en general como para sectores específicos.
Mantener un clima proclive a la innovación en el sector empresarial puede ser posible asegurándose de mantener una orientación hacia la mejora de la estrategia, el enfoque, la cultura organizacional y las personas. En este sentido, existen acciones, perfiles, conceptos que pueden representar el punto de partida para el cambio, para la creación de valor a través de la innovación. Conceptos que hoy en día, en algunos casos son parte inherente de las proposiciones innovadoras y que deben de cultivarse como parte de la cultura organizacional para poder afrontar con los profundos cambios sociales que acontecen en la actualidad. Entre los esenciales que deben mencionarse se encuentran:
Creatividad. La creatividad es una destreza relacionada al conocimiento, la curiosidad y la imaginación. A mayor conocimiento o estímulos, mayor cantidad de ideas y de patrones seremos capaces de concebir, lo que se relaciona a la capacidad de crear nuevas propuestas de productos y servicios. Es de gran importancia entender los procesos creativos de la mente de modo que podamos desarrollar técnicas que nos ayuden a llevar las ideas “crudas” hacia los cambios innovadores.
Funcionalidad. La funcionalidad en el plano de la innovación es un acercamiento que implica la conjunción de la mente creativa y la resolución de problemas. Desarrollar la innovación desde la innovación mejora la sinergia entre idea, producto, necesidad, consumidor, definiendo la adopción de la innovación en términos de largo plazo.
Competitividad. La competitividad consiste en una serie de variables que se dan en el sector económico y productivo, que a través de organizaciones, políticas y otros factores, determina el nivel de productividad de un país o de la sociedad. Es un concepto importante desde el cual pensar la innovación a sabiendas de que es una de las variables principales que incita al crecimiento, a la producción de bienes y servicios, como necesidad de sumar valor en las ofertas del mercado.
Sostenibilidad. El termino sostenibilidad desde su emergencia ha trazado pautas que han llevado a la transformación del panorama de las prácticas comerciales y empresariales. Dentro del marco de la sostenibilidad a las organizaciones les corresponde enfrentar numerosos retos para los que deben desarrollar nuevas capacidades y es precisamente lo que lleva a la innovación.
Ruptura. La ruptura siempre es motor para la innovación. Es el resultado y necesidad cuando el crecimiento o evolución de los negocios se da de manera rápida y la innovación es la forma de lidiar con los cambios dados en la forma de conducirse o de responder ante dicha evolución.
Se trata de comprender que, como sujetos no producimos ni adoptamos de manera automatizada las innovaciones que responden a las necesidades del mundo actual. Se tratan de procesos graduales y conscientes que deben fomentarse desde diferentes perspectivas. Dentro de las empresas particularmente deben adoptarse estos conceptos de manera proactiva implementándolos en las variables antes mencionadas: la estrategia, el enfoque, la cultura organizacional y las personas para obtener resultados que respondan a nuevas necesidades.
