Sin duda alguna, una empresa que se comporta bajo lineamientos éticos es una organización que tendrá impactos positivos. Perdura en el tiempo, produce bienes y servicios de buena calidad, transmite transparencia, tiene código de ética, políticas corporativas, asimismo, códigos internos para solucionar conflictos y aumentar la credibilidad son solo algunas de las acciones que presenta una organización apegada a esta.
Un estudio realizado por De Paul University a 300 grandes compañías concluyó que “el valor bursátil de las firmas que hacían un compromiso explícito de ceñirse a su código de ética era el doble del valor de las que no lo hacían”.
Por otro lado, en América Latina una encuesta realizada por KPMG de México, a altos ejecutivos de las ciudades de México y Monterrey indagando acerca de los beneficios que observan al implementar prácticas de gobierno corporativo, arrojó que “el 44% ve mejoras en su productividad, que es la prioridad de mayor peso, por ser esta pieza básica para obtener resultados financieros positivos; 39% en la imagen de integridad, ya que ayuda a obtener mejores calificaciones crediticias, que disminuyen el costo del capital y deuda, lo que atrae nuevos inversionistas, e incrementar el precio de su acción; 12% en la atracción y retención de talento, y 5% no ve ningún beneficio”.
La ética empresarial permite despertar en los consumidores lealtad y confianza, posicionando a la marca con una gran imagen y reputación, factores que se ven reflejados en incrementos de las ventas, protección frente a nuevos competidores y variaciones en el precio.
En cuanto a la cultura organizacional, una empresa con ética incluye en su día a día sentido de identidad, aprendizaje y control interno entre sus empleados. Además, los mecanismos están reforzados con valores y principios que guían cada comportamiento.
Un sondeo llevado a cabo en Estados Unidos por la Walker Information determinó que “solo el 6% de los trabajadores que piensan que sus jefes no se comportan correctamente se inclinan por permanecer en su empresa, mientras que el 40% de quienes creen que sus superiores son éticos desea continuar en su actual puesto de trabajo”.
En cuanto a recursos humanos, los códigos de ética mejoran la retención de buenos talentos y aumentan su lealtad y compromiso con la empresa. En definitiva, una empresa que se apegue a la ética solo puede reflejar resultados positivos, teniendo un impacto directo en los resultados económicos y en el balance empresa-sociedad.